martes, 24 de marzo de 2015

El Jarro... La tradición dominical.

Hace muchos años atrás, 19 para ser más concretos fui con Beto a desayunar a un pequeño lugar que se encontraba por Avenida Vallarta casi esquina con Chapultepec llamado EL JARRO.

Desde entonces es parte de mi herencia gastronómica, parte de ese acerbo para el paladar que uno va adquiriendo con los amigos, la familia y los amores y desde entonces con cierta periodicidad acudo al Jarro para desayunar, antes lo hacia los Domingos, pero desde que la Vía Recreativa pasa por ahi procuro ir los Sábados o entre semana.

Es uno de mis lugares favoritos para desayunar, una de esas tradiciones que persisten y trasciendn los años, ahora ya no está por Vallarta, está a la vuelta por Chaputepec entre las calles López Cotilla y Vallarta en la denominada Zona Rosa que hoy día es un corredor gastrónomico de los más exitosos de la ciudad y dónde la oferta para el desayuno, la comida y la cena es bastante amplia y para todos los gustos y bolsillos.

Es atendido por sus propietarios, y aunque paso de ser un pequeño lugar abigarrado de mesas y con una lista de espera que hacia  la entrada un privilegio a un lugar amplio en una casona bellísima de Chapul sigue teniendo el mismo sabor. Las instalaciones debo decir sin buenas, aunque como critica debo decir que el servicio y el mantenimiento del mobiliario ha decaído.

Que comer en el Jarro?

Sin duda los desayunos es su fuerte y en concreto sus exquisitos Hot Cakes, los hay en salsa de manzana con un toque de  canela, los característicos Teddy que tienen la forma de un osito y fascinan a los peques y algunos otros con almibares de durazno o mermeladas varias, el café los omelletes y los jugos constituyen las otras estrellas en la carta, además hay algunos platillos típicos del centro occidente como los chilaquiles rojos y los verdes, además ofrece una carta variada para la hora de la comida, algún menú ejecutivo y  es ideal para una charla vespertina con los amigos con café en mano y algún postre de su carta.

Sí aún no lo conoces prepárate para regresar, una rica tradición dominical.

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