Tras perderme un poco llegue al restaurant que se ubica por López Mateos, como siempre y a pesar de no traer coche y moverme a píe, en taxi o en bus siempre llego más temprano que el resto de los mortales, y eso que me demoré a propósito con toda la finalidad de no agobiarme una hora o más con dicha espera.
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Al llegar al host me asigno una mesa con mi nombre, luego me hizo el favor enorme de prestarme una pila del restaurant para mi cel que se descargo, un súper detalle que me pareció muy y muestra la calidad del servicio que de principio a fin fue estupenda, y eso en está ciudad es bueno un PLUS poco habitual.
El lugar es pequeño, un par de salones decorados con cuadros de influencia francesa que parecieran evocar a Matisse, tonos ocres y azules profundos con lunas y estrellas que parecían tansportar a alguna terraza parísina o de la provenza,
Primero me serví un plato de ensalada de la barra fría y pedí una copa de tinto, respecto a vino que era una mezcla de tempranillo y shiraz debo decir que resulto muy fuerte para mi paladar con un denso sabor alcohol y cierto aire afrutado, hubiera preferido un Rosso o Lambrusco, o algún vino más ácido con cierto toque dulzón un poco tirando a un Oporto.
Una vez llegada la dama pidió un clericot y ella opto por un Fondue a tres quesos con verdura para hundir en una cremosa mezcla, mientras yo elegí un Fondue de la casa el Yelapa de quesos, camarones y una crema de aderezo chipotle y pan tostadito.
Para finalizar Berths pidió un Fondue de 2 chocolates, blanco y negro, con frutas para undir en la cremosa mezcla y me obsequiaron una deliciosa tarta de cumpleaños un cremoso betún y frutas y bueno una DELICIA...
En fin si no conoces LA NOCHE AZUL que esperas?
Estupenda calidad, buen servicio, buena relación producto precio, buen ambiente, lindas instalaciones, bien vale la pena celebrar ahí una cita romántica, un aniversario, compromiso o simplemente darse un gusto y gozar de la cocina franco-suiza.
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